Ahora que se acerca el puente y las Navidades muchos decidiremos viajar para salir de la rutina, pero lamentablemente, no
siempre recordamos viajar como una experiencia positiva, al menos por lo que respecta al desplazamiento
en avión. En nuestro país, aproximadamente un 22% de los vuelos sufren retrasos, lo cual causa
innumerables molestias, aunque la mayor las dificultades llega después: reclamar a la aerolínea.
En el caso que hoy nos ocupa, nuestro asegurado sufrió una demora en su vuelo de más de 5 horas, por lo
que se vio obligado a contratar otro billete para poder llegar a su destino puntual y no perder otro vuelo de
enlace. Al aterrizar, intentó presentar su queja ante la línea aérea, pero esta rechazó su reclamación
alegando que nuestro cliente había optado por contratar un transporte alternativo y que ellos sólo podían
devolverle el importe de su billete, sin asumir los perjuicios causados.