Ciudades sin humos

>> Disfrutar de un aire limpio y sano es un objetivo prioritario de cualquier agenda medioambiental. Contaminación y cambio climático ocupan ahora el centro del debate y a todos nos corresponde contrarrestar sus efectos.



Para mantener niveles de polución aceptables y acordes con las normativas europeas, las principales ciudades de nuestro país desarrollan ambiciosas estrategias, entre las que se encuentran la restricción del tráfico rodado en zonas concretas y la activación de protocolos anticontaminación.

Barcelona

Desde el 1 de enero de 2020, Barcelona ha puesto en marcha su zona de bajas emisiones (ZBE), que incluirá práticamente el 80% del término municipal y algunas áreas colindantes de municipios del cinturón metropolitano tales como: L'Hospitalet de Llobregat, Esplugues, Conrnellà de Llobregat y Sant Adrià de Besòs. En total, alrededor de 95km² por los que no podrán circular vehículos, motocicletas incluidas, tanto diésel com ogasolina, que no posean la etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT). El horario de restricción se extenderá los días laborables, de 7.00 a 20.00 horas, y será administrado por un sistema informático que se controlará gracias a 70 cámaras de lectura de matrículas y 20 puntos de vigilancia en cruces con intenso tráfico. El incumplimiento de la normativa supondrá multas a partir del próximo mes de Abril, que oscilarán entre 200 y 499 euros para vehículos ligeros, y entre 500 y 999 euros para los pesados.

Madrid

En la capital opera, desde el pasado treinta de noviembre de 2018, una restricción de acceso al tráfico particular denominada "Madrid Central". Dicha prohibición permite el acceso a vehículos de emisiones CERO y ECO, residentes, o bien otros que gocen del permiso expreso de estos últimos. También está autorizado el acceso a vehículos con distintivo B y C, siempre y cuando aparquen en un estacionamiento público. Los beneficios desde la entrada en vigor de esta medida han supuesto, según el propio ayuntamiento, un descenso de entre el 10% y el 45% del tráfico en hora punta para toda la almendra central. El sistema de control se establece mediante 115 cámaras que vigilan el perímetro de acceso a la zona restringida. Las sanciones por acceder al área de bajas emisiones sin permiso ascienden a 90 euros.

Valencia

No prevé, por el momento, áreas de tráfico restringido con carácter universal. Sin embargo, la capital del Turia contempla dos escenarios de contaminación. El primero prohíbe a los vehículos estacionar en las zonas azul y naranja. El segundo más restrictivo, aplica un sistema de matrículas pares o impares por días. Quedan excluidos de esta restricción los automóviles ECO y CERO emisiones.

Sevilla

Ha presentado un plan de actuación que divide la ciudad en seis zonas, según la calidad del aire. En caso de episodios de alta contaminación existirán tres niveles calificados como preaviso, aviso y alerta que, en princiio, no conllevan restricciones al tránsito rodado en general y sí una operativa concreta para cada área que el ayuntamiento comunicaría a través de los medios.

Bilbao

Y su área metropolitana se encuentran en pleno proceso de implantación de una lista de medidas que, por el momento, no implican la puesta en marcha de restricciones al tránsito por el centro de la ciudad. Las citadas medidas tienen más que ver con el refuerzo progresivo del transporte público y la expansión de la red del carril bici. Los aceptables resultados de las mediciones sobre la calidad del aire no parecen requerir limitaciones, salvo en momentos puntuales de alerta medioambiental, los cuales serían convenientemente comunicados.

Otras ciudades con protocolos antipolución

Valladolid cuenta también con un protocolo anticontaminación establecido en 2017 que se activa en días de alta polución. Sus principales medidas consisten en la rebaja a 30 km/h de la velocidad máxima en el centro de la ciudad, 70 km/h en la ronda exterior o, incluso, la restricción total de acceso al centro en episodios extremos.

En la "Y" asturiana que conforman sus tres principales ciudades, Avilés, Gijón y Oviedo, operan una serie de restricciones al tráfico que limitan la velocidad a 90 km/h en las autovías que las unen y veta la circulación de camiones los días de alta contaminación.

Zaragoza, por su parte, dispone de tres niveles de alerta. El tercero implica restricciones de acceso a las denominadas "Zonas Cero", accesibles únicamente para vehículos CERO emisiones y ECO.



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